Un lujo para Hipsters

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El barrio más cool de Brooklyn estrena uno de los áticos más exclusivos de Nueva York. Cuando descubras esta impresionante suite del hotel William Bale, te vas a obsesionar tanto como nosotros.

Williamsburg, la capital de la modernidad indie muda de piel para albergar una nueva ola de exclusivos espacios con vocación artística. El hotel William Vale es uno de ellos y estrena un ático al alcance de muy pocos. El sorprendente espacio con vistas a Manhattan ha sido diseñado por Studio Munge y pasar allí la noche cuesta unos 5.500 euros.

Reflejar la personalidad de la zona más allá de los clásicos almacenes de ladrillo visto ha sido una de las metas que se planteó el estudio. Esta suite, ubicada en lo más alto del establecimiento, explora una narrativa más libre que la del resto del edificio, otorgándole una nueva piel elitista y elegante.

"Los interiores modernos son el complemento perfecto de una arquitectura dinámica, lo que confiere al proyecto una configuración holística,"

Alessandro Munge

“El mayor desafío al que nos hemos enfrentado estaba ligado con las expectativas sobre cómo debe ser un hotel en Brooklyn mientras que se protege la identidad de Williamsburg”, indica Alessandro Munge, director de Studio Munge.  ¿Una de sus soluciones? Respetar la herencia industrial de la zona a través de un loft de doble altura.

Con algo más de 400 metros cuadrados en su interior y una terraza de casi 500, este penthouse se inspira en el espíritu de la nueva generación de talentos creativos que habita en el barrio.  Una experiencia que vive lo alternativo desde lujo contemporáneo. “Tenía que ser cómodo como residencia personal, pero emocionante cuando se transforma en un espacio para el entretenimiento”, añade. Y damos fe de que lo han conseguido porque  al entrar en el loft el huésped siente que posee un pequeño trozo de Brooklyn y Nueva York. “Es un apartamento en el cielo”, matiza el diseñador.

La proporción clásica es una de las bases del proyecto y las paredes talladas en mármol el punto focal de su interior, lo que invade la planta de un carácter escultural. “Los interiores modernos son el complemento perfecto de una arquitectura dinámica, lo que confiere al proyecto una configuración holística”, señala Munge.

"Es un viaje emocional, una experiencia comisariada de objetos preciosos, arte y artesanía,"

Alessandro Munge

Pero la línea argumental del lugar no responde a ninguna temática concreta, sino que ansía representar una nueva generación de pensamiento. El mobiliario ha sido diseñado a medida para esta residencia y muestra una personalidad de exquisita funcionalidad. “Es un viaje emocional, una experiencia comisariada de objetos preciosos, arte y artesanía”, asegura.

Las piezas de arte armonizan con el resto de los muebles, en su mayoría firmadas por artistas locales. “La consultora de arte Grace Zeppilli, de GZ International ha sido de gran ayuda para organizar la instalación de docenas de piezas, todas expresivas, modernas y coloristas”, aclara Alessandro.

Quizá la parte más sorprendente del apartamento es su extensa terraza ubicada a cuatro kilómetros de altura. Un jardin define una conexión natural entre el exterior y el interior que amplía la vida más allá de sus muros con salones al aire libre e incluso un jacuzzi. El sueño cumplido de la nueva élite.

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